Pelópidas estaba azorado. En realidad, su estado de ánimo se definía más bien por una euforia irrefrenable, pero a medida que pasaban los días iba cayendo en la cuenta del lío en el que se había metido. Si todo sucedía dentro de la lógica, en muy corto tiempo sus hazañas patrióticas se convertirían en desgracia... Leer más →